LACASAPLÁSTICA
Blog de Ed. Plástica y Visual Ies Siglo XXI. (Pedrola)
domingo, 14 de octubre de 2018
DE VUELTA A LA CASA PLÁSTICA
Recuperamos el blog de Educación Plástica Visual y Audiovisual como herramienta de trabajo e iremos colgando trabajos y propuestas para analizar, desarrollar y debatir en clase. Atentos,
viernes, 2 de mayo de 2014
martes, 22 de abril de 2014
jueves, 27 de junio de 2013
2º ESO: TRABAJO PARA EXAMEN DE SEPTIEMBRE
PINCHA Y DESCARGA LAS INSTRUCCIONES PARA PREPARAR EL EXAMEN DE SEPTIEMBRE.
Se recuerda que no es obligatorio entregar los trabajos pero es muy recomendable de cara a la preparación de la prueba
SUERTE Y BUEN VERANO
lunes, 10 de junio de 2013
viernes, 31 de mayo de 2013
TODO ES DESMONTABLE.
Estamos instalados en la cultura de lo desechable y sí, quizás convenga tirar menos y arreglar más, pero la pretensión del fotógrafo canadiense Todd McLellan no es que reflexionemos sobre el tema. A él, desde luego, le molesta y así lo escribe en el texto que acompaña el libro Things come apart (Thames & Hudson): “Los objetos nuevos se convierten en objetos viejos más rápido que nunca. El despilfarro de tener que sustituir todo en tu vida tras solo unos años de uso es exasperante”.
Pero con su trabajo no pretender abrir un debate. Todo es mucho más sencillo: desde pequeño, si un juguete le intrigaba, lo abría en canal. Y la obsesión infantil fue a peor: cuando tuvo edad para conducir desmontó su coche, un Hyundai Pony de 1985.
En definitiva, no puede evitarlo.
Para Things come apart ha desmontado cincuenta objetos, clásicos y modernos: un reloj digital (2010), una linterna (2002), una Blackberry (2007), un iPad 2 (2011), un tocadiscos (década de 1980), un acordeón (años sesenta), etc. “Quería meterme dentro de estos objetos, antaño codiciados, hoy rechazados, y enseñar al mundo su calidad y belleza”, explica.
McLellan es metódico: “Primero, coloco el componente principal, normalmente la carcasa exterior. Después, las distintas partes de una forma atractiva, como en un puzzle. Le doy vueltas y vueltas a la disposición hasta que cada pieza encuentra su lugar”. Invierte entre uno y tres días en la creación de sus bodegones, cuyos componentes se presentan minuciosamente colocados o en caída libre. (EL PAIS)
McLellan es metódico: “Primero, coloco el componente principal, normalmente la carcasa exterior. Después, las distintas partes de una forma atractiva, como en un puzzle. Le doy vueltas y vueltas a la disposición hasta que cada pieza encuentra su lugar”. Invierte entre uno y tres días en la creación de sus bodegones, cuyos componentes se presentan minuciosamente colocados o en caída libre. (EL PAIS)
jueves, 30 de mayo de 2013
EL PADRE MÁS GUAY DE LA HISTORIA
La obra del "padre más guay de la historia". / DAVID LAFERRIERE
El hombre que ilustra los sandwiches de sus hijos.
Existen dos tipos de críos: los estándar y los afortunados cuyos padres son hábiles con los lápices y les hacen dibujos molones. Dentro de este segundo grupo también hay clases: están los que reciben garabatos convencionales en papel, y luego los que se van al colegio con el almuerzo ilustrado. Evan (15 años) y Kenny (14) LaFerriere son (¿los únicos?) miembros de esta casta privilegiada, puesto que su padre, David, lleva cinco años pintando cada día en las bolsas en las que les envuelve los sandwiches.
La obra bocadillera de este diseñador gráfico estadounidense se compone de más de 1.000 ilustraciones de peces, pájaros, monstruos, laberintos, robots, gusanos y toda clase de criaturas maravillosas dibujadas con rotuladores indelebles de colores. Todas se pueden admirar en su página de Flickr, que al menos a mí me produce sentimientos encontrados: por un lado, admiración y ternura, y por otro, envidia cochina por no haber tenido un David LaFerriere en mi vida que me mandara todas las mañanas al cole con un bocata personalizado. A este buen hombre le han llamado "el padre más guay de la historia", y no es para menos.
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